Antífona:
Suba a ti mi oración como el incienso;
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.
Señor, a ti clamo, ven pronto a mi socorro,
oye mi voz cuando a ti grito. [Antífona]
Señor, pon guardia ante mi boca
y vigila la puerta de mis labios.
No dejes que me salgan palabras malas,
no me dejes cometer el mal con los malhechores.
[Antífona]
Señor, hacia ti se vuelven mis ojos,
en ti me refugio, no me dejes indefenso.
Gloria al Padre, y al Hijo,
y al Espíritu Santo;
como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. [Antífona]
Source: Libro de Liturgia y Cántico #263