1 Preste oídos el humano
A la voz del Salvador;
Regocijese el que siente
El pecado abrumador:
Ya resuena el Evangelio
De la tierra en la ancha faz.
Y de gracia ofrece al hombre
El perdón, consuelo y paz.
2 Vengan todos los que sufran,
Los que sientan hambre o sed,
Los que débiles se encuentren
De este mundo a la merced:
En Jesús hay pronto auxilio,
Hay hartura y bienestar,
Hay salud y fortaleza,
Cual ninguno puede dar.
3 Vengan cuantos se acongojan
Por lograr con que vestir,
Y a su afán tan sólo rinden
Servidumbre hasta el morir:
Un vestido hay más precioso,
Blanco, puro y eternal;
Es Jesús quien da a las almas
Ese manto celestial.
4 ¿Por qué en rumbo siempre incierto
Vuestra vida recorréis?
A Jesús venid, mortales,
Que muy cerca le tenéis:
Él es vida en tierra y cielo,
Y el exceso de su amor
Os mejora la presente
Y os reserva otra mejor.
Amén.
Source: Culto Cristiano #198