1 Bendito el Señor y Dios de Israel
que a sus hijos redimió, y con poder
levanta, de la casa de David su siervo,
un cuerno de salud a su extraviado pueblo.
2 De nuestros enemigos Dios nos salvará
y del poder de los que quieren nuestro mal;
en su misericordia hacia nuestros padres,
Él del sagrado pacto quiso acordarse.
3 Jehová permitirá que, libres del temor,
y libres e enemigos por su protección,
en santidad y en justicia le sirvamos
todos los días hasta el fin de nuestros años.
4 Y tú, profeta del eterno Dios serás;
ante su faz caminos le prepararás;
y de la salvación darás conocimiento
para la remisión de los pecados nuestros.
5 Por su misericordia el eterno Dios
sobre nosotros hace descender su sol;
a los que habitan en tinieblas su luz brinda;
por rectas sendas nuestros pasos encamina.
Source: El Himnario Presbiteriano #485